Lo que nos enseñó Almudena

Ha muerto Almudena Grandes y nadie lo siente tanto como su famlia y amigos. Pero detrás, vamos legión. Si no hubiera conocido su posicionamiento ideológico y su temperamento por sus intervenciones públicas, su obra me hubiera llegado igual. Porque más alla de que hablara desde un posicionamiento ideológico, lo hacía desde uno moral: el de quienes saben que la vida no va solo de listos y tontos, de resolutivos y vacilantes, de ganadores y perdedores.

Nuestras virtudes (y defectos) no flotan en una piscina de cloro que vuelve nuestro entorno aséptico y homogéneo, igualando las posibilidades de todos. A unos la vida les va a favor, y a otros a la contra. Uno de los fragmentos televisivos que más rabia me han generado fue en uno de esos programas que enseñan la vida de españoles privilegiados, no recuerdo si era sobre las casas más grandes o los que iban a las discotecas más exclusivas. Vaya por delante mi respeto al patrimonio de cada cual. Lo que me enciende son los ricos que ya lo traían de cuna y se permiten el lujo de llamar tontos a los que, participando en una partida de póquer donde solo uno recibe los ases, pierden. Y eso fue lo que vino a decir un abogada vestida para un baile de disfraces en un elegante hotel madrileño.

Almudena enfocó en sus libros (también en sus columnas en El País) hacia los de los naipes mal repartidos. En sus Episodios de una guerra interminable, nos contó que había colegios de monjas donde se hacía negocio con el trabajo de las niñas internas, que se arrasaban las manos frotando manteles de restaurantes; que los desaprensivos campaban a sus anchas abusando de las mujeres de republicanos encarcelados; o que hubo maquis o exiliados que siguieron luchando y soñando hasta el final con que se hiciera un poco de justicia, con que se reequilibraran algo las manos.

Pero no solo en esos libros aprendimos cosas. En los anteriores supimos que no siempre la hermana «buena» era la que nos querían vender; o que había un momento en la vida en que una mirada nos descubría que contábamos con un poder sobre el otro que desconocíamos; o que ser consecuente con uno mismo no siempre nos lleva a vencer, pero siempre merece la pena, aunque sea para dormir tranquila.

Joder, Almudena, qué solitos nos dejas.

Pobres mitómanos, pobres escritores

Ya no tengo paciencia para colas en Sant Jordi… Esta entrada la publiqué el año que conseguí la dedicatoria de mi admirado Javier Marías.

Carme Becerra

Este Sant Jordi me estrené como cazadedicatorias en las Ramblas. Fue un estreno modesto, pero intenso. Hice cola (¿cola? Más bien era una masa informe de gente,
en un espacio demasiado pequeño para tanto fan) para que Javier Marías me firmase su último libro: Los enamoramientos. Estuve como hora y media apretujada, con instantes de desfallecimiento en los que llegué a pensar que nunca alcanzaría a ver la mesa de firmas.
Creo que el grandísimo Marías estaba casi tan incómodo como yo. ¿Qué se le puede decir a un escritor que ha estampado ya 50 firmas (more or less) y tiene al menos 100 más por escribir? ¿Que te encanta su libro, que aún no has leído? ¿Que le admiras (es obvio, si no, no estarías allí)? Y él, ¿qué te puede decir él a ti?
Para romper el hielo, le comenté que seguía desde siempre sus artículos en El País. No creo…

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¡Bien! Mi hija lee

SecretKingdom-portadaEsta semana mi hija de nueve años me ha dicho dos de aquellas frases que hacen que una madre tenga ganas de saltar de alegría: «Me he vuelto adicta a la lectura» y «cuando leo siento que estoy dentro de la historia». No sé cómo ha pasado exactamente, cómo ha sido el proceso por el que le ha encontrado la magia a los libros. Hasta hace poco, teníamos que imponerle la lectura, no era una actividad voluntaria (o, cuando lo era, la sesión lectora duraba muy poco).

Imagino que las pequeñas estrategias aplicadas durante todos estos años han ido calando. En casa hay muchos libros, a su padre y a mí nos ve leer, le decíamos lo que disfrutábamos nosotros y cómo disfrutaría ella, la llevábamos a la biblioteca, le regalábamos libros (siempre dejándole elegir dentro de los de su edad), la ayudamos en el proceso de aprender a leer para que cogiera soltura y no se le hiciera cuesta arriba coger un libro… O igual ha sido pura chiripa.

En cualquier caso, y aprovechando que es el Día de las Librerías, os dejo un enlace a esta estupenda fiesta y dos más con consejos para animar a niños y jóvenes a la lectura:

Libro del concurso de relatos TMB 2014

Captura de pantalla 2015-04-02 a las 23.35.26Hoy me he llevado una agradable sorpresa: en la web de TMB que promociona la nueva edición de su concurso de relatos online, han colgado un libro con los relatos ganadores y finalistas de la anterior edición. Y ahí están los dos con los que participé: Mi relación más larga (en la categoría de relato libre, pg. 18 del libro) y Conflictes de parella (categoría Sant Jordi Tweet, pg. 33).

Os dejo el enlace al pdf por si queréis leer mis cuentos o los de alguno de los otros participantes. Y la información para participar en la nueva edición la encontraréis aquí. ¡Feliz lectura!

Blogueros generosos

award-155150_1280En este primer trimestre del año he tenido la suerte de ser nominada para varios premios a blogs. Quiero agradecer su generosidad a Nuria C. Mallart (Inspirando letras y vidas) por la nominación al Premio Excellence; a Zcoer (Ti Falansi Imos) por nominarme al Best Blog; a Juliana Amavet (Pinceladas narrativas) por su nominación para The Very Inspiring Blogger Award; y a Antonio Caro (Velehay) por nominarme al Black Wolf Blogger.

Os quiero recomendar a todos que los leáis. Desde estilos muy diferentes, todos viven la escritura, y las conexiones que genera entre las personas, con pasión y generosidad. Cualquiera de ellos encaja en estas nominaciones, ya que pretenden acercarnos blogs aún jóvenes, pero con mucho camino por delante (espero que sea así y que ninguno desfallezca en publicar su blog, pese a la crónica falta de tiempo que todos padecemos).

Y por último, contesto las preguntas que tan amablemente nos hacía zcoer a las personas que nominó al Best Blog (aquí quedan por si alguno os animáis a contestarlas también):

*Lugar que más te haya maravillado al viajar: Vietnam. Siempre digo que en dura pugna con Turquía. Me maravilló su gente amable, sencilla, orgullosa de su pasado y su presente. Y el país en sí: los paisajes, la arquitectura, la comida… Qué pena no poder repetir… de momento.

*¿Con qué animal te gustaría ser?: Si pudiera convertirme en uno, escogería un pájaro. La sensación de poder volar debe ser increíble.

*¿Qué momento del día es el más relajante para ti?: Este. Por la noche, sola en el comedor de casa escribiendo.

*¿Qué sientes cuando escribes?: Que soy más yo que nunca. Que hago lo que más me gusta. Que lo hago sola pero me siento acompañada. Que quisiera poder comprar tiempo para hacerlo más a menudo.

*¿Por qué decidiste crearte un blog?: Por vanidad, seguro, todos tenemos nuestro punto vanidoso (los escritores seguro). También para no dejar sin escribir (o para que no quede abandonado en un cajón) lo que no puedo publicar en otro sitio (cuentos, reflexiones…).

*¿Cuál es para ti el género de escritura más complicado de escribir?: La novela. No porque le dé más mérito que a un cuento. Simplemente por su extensión. Requiere una constancia y un tiempo que no he sabido encontrar aún.

*¿Alguna vez has intentado volver a un sueño que ya habías tenido antes?: Sí. Y también he intentado seguir dormida para no interrumpir uno que iba por buen camino. Pero no lo voy a revelar ; )

 

José Sacristán, por Machado, en L’Hospitalet

El próximo sábado 29 de noviembre, José Sacristán actuará en el Teatre Joventut de Sacristan-OndasL’Hospitalet. La única razón por la que no acudiré a verlo es porque ya lo hice cuando estuvo en Santa Coloma con la misma obra. En ‘Caminando con Antonio Machado’, Sacristán recita al poeta acompañado por la música de violonchelo que interpreta Aurora Martínez (en el Teatre Sagarra de Santa Coloma fue Judith Jáuregui al piano).

Algunos poemas parecen escritos hoy, como el que nos recuerda que todos los gobiernos pasan, que no hay mal que cien años dure y que siempre se joroban los mismos. Otros nos emocionan hasta la lágrima (al menos a mí, que soy muy llorona), o nos hacen reír; o añorar, a través de la añoranza que sentía Machado al escribirlos. De verdad que merece la pena ir. Por si os ayuda a decidiros, os dejo mi crítica de la obra. Y no está de más recordar, que el actor acaba de recibir un nuevo reconocimiento: el premio Ondas 2014 a la mejor interpretación masculina por la serie Velvet. ¡Que lo disfrutéis!

La realidad como materia de ficción

0002426053EE-1280x1920Hace unos días escribía una entrada en el blog de 140 Comunicació sobre la novela «El adversario», de Emmanuel Carrère. Es una novela magnífica en sí misma pero, desde mi punto de vista, cobra un interés añadido por estar basada en una historia real. Y es una peripecia vital tan extrema (un hombre que fingió ante todo el mundo, incluidos sus más íntimos, ser quien no era; sostuvo la farsa durante años y mató a su familia cuando intuyó que iba a ser descubierto) que confirma el dicho de que la realidad supera a la ficción.

Por lo mismo, espero leer pronto la última obra de Javier Cercas, «El impostor». Recrea la vida de Enric Marco, el hombre que hizo creer a todos, durante décadas, que era un superviviente de los campos de exterminio nazis. Cercas afirma en una entrevista en El País que la suya es «una novela sin ficción». Parece un contrasentido, pero el autor sostiene que en la novela caben muchos géneros y recursos a la vez, y que pueden usarse estrictamente hechos reales (de ahí el término «sin ficción») y seguir encuadrándose dentro del término «novela».

Le debo estar cogiendo afición a los textos que bucean en la realidad porque estoy leyendo «Catalanes todos», de Javier Pérez Andújar. El autor mezcla personajes ficticios con otros reales. Tan reales como muchos de los pasajes que retrata, algunos recogidos en las secciones de Sociedad de los diarios y revistas de la España franquista. En el prólogo a esta nueva y reciente edición (la primera apareció en 2002), Pérez Andújar dice haberse centrado en los sentimientos y vivencias de los personajes inventados «para convertir el libro en una novela o algo por el estilo».

Volvemos así a la idea de las novelas que escapan a su definición tradicional: la que las ata, bien fuerte y en exclusiva, al concepto ficción. ¿Y por qué gustan este tipo de obras? Quizás porque a menudo leemos para entender las razones de otros, y de paso las nuestras, para ver hasta dónde podemos llegar, para admirarnos u horrorizarnos con los actos de nuestros semejantes. Y qué mejor que una «novela» que trabaja con personas que ya han sido, y cosas que ya han ocurrido, para explorar esos márgenes. ¿Qué opináis?

 

¿Leemos diferente en verano?

portada-la-invencion-del-amorExiste la idea de que el verano lo cambia todo, también nuestro modo de leer, los títulos que elegimos e, incluso, el juicio que emitimos sobre lo leído. Alberto Manguel escribía un buen análisis sobre esta cuestión el pasado julio en Babelia. Aunque empieza señalando la posibilidad de que el lector escoja en verano libros que no seleccionaría en invierno, y que le pase por alto a Dan Brown cosas que no le permitiría en lecturas invernales, al final coincido más con su opinión: no hay libros de verano opuestos a los de invierno; si acaso, somos los lectores los que transformamos en lectura de evasión el libro que escogemos. Nuestro talante los cambia a ellos, y no al revés.

Y es que, si no media un paro de larga duración (esperemos no llegar a comprobarlo), un Sueldo Nescafé para toda la vida (eso ya me gustaría más) o somos críticos literarios, poder dedicarle horas a la lectura sin cargo de conciencia es una quimera excepto un mes al año. Así que nuestra actitud es diferente. Pero yo no elijo libros más ligeros. A veces al contrario: al no tener que aprovechar los trayectos en metro para leer, me atrevo con volúmenes inmensos que, al degustar en casa, no acabarán con mi espalda. Y no sé si huelen a mar e ilumina sus páginas la luz intensa del Mediterráneo (¡toma metáfora!), pero a mí me saben a gloria.

¿Qué he leído este verano? Las tres bodas de Manolita, que comentaré en otro post, y La invención del amor, de José Ovejero, un autor al que no conocía y que se ha convertido en un romance veraniego de agradable recuerdo. Ovejero obtuvo el Premio Alfaguara de novela 2013 con este libro, que dosifica con buena mano la intriga con el desarrollo de la historia, las relaciones entre los personajes y las reflexiones que sobre el amor, el destino, las consecuencias de nuestras decisiones, etcétera se desprenden de la narración.

La trama de novela negra no es tan elaborada como para que quien no disfrute con el resto de ingredientes del libro lo acabe satisfecho. Pero al revés sí que funciona: si gozas con la historia de personajes, el puntito de thriller es un plus. El argumento: Samuel recibe una llamada de alguien a quien no conoce que le refiere la muerte de una tal Clara, a la que tampoco cree conocer. Sin embargo, decide ir a su entierro. Ovejero es de esos escritores que, para mí, reúne las condiciones básicas que ha de tener un autor. A saber: la trama despierta nuestra curiosidad y se sostiene sin incoherencias a lo largo de toda la novela; cuida el lenguaje que, a la vez, nos resulta natural y adecuado a la voz de los protagonistas; y te acerca lo que lees, puedes imaginarte conociéndole a él, o a sus personajes, o a ambos (bueno, a él te da un poco de miedo conocerlo, porque los buenos escritores en el fondo no inventan casi nada, así que sientes que podrían descubrir todas tus imposturas).

Os lo recomiendo. Y no esperemos a un nuevo verano para saltar de nuevo sobre un libro. ¡A por ellos!

Finalista en el concurso de relatos TMB 2014

relatscurtstmbTenía un 20% de posibilidades de subir al escenario: nominada en dos categorías (Relato libre y Sant Jordi Tweet), en cada una de ellas otros nueve finalistas y dos premiados por categoría (si no es así, que me corrija alguien de ciencias, por favor). Pero no ha habido suerte. O sí. Me siento muy orgullosa de que entre los más de 2.000 trabajos que el jurado ha valorado hayan escogido dos míos como finalistas (y un jurado en el que estaban, entre otros, Iolanda Batallé, directora editorial de La Galera, Ana Soldevila, directora en la Butxaca en el área digital, Francisco Javier Pérez, director editorial Booket/Austral y Jordi Muñoz, director de la Escuela de Escritura del Ateneu).

Así que, felicidades a los ganadores y aquí os copio mis relatos por si os apetece leerlos:

«Mi relación más larga». Per NoSinMisLibros – 29/04/2014

Conozco los pasillos del metro mejor que los de mi casa. La línea 1 es mi territorio natural, pero también he gastado suelas en la 3, en la 5 y, ocasionalmente (que en mi caso significa cientos de veces), en la 4 y la 2. Tampoco me son ajenas las modernas 9 y 10. En el metro me he enamorado, platónicamente, una, dos, tres… He perdido la cuenta. He entablado conversaciones con desconocidos. He trabado fugaces amistades. He aprendido a adivinar, por la vestimenta, por detalles reveladores (la carpeta de una universidad, las chanclas de un turista nórdico) quién bajaría en Sant Andreu, quién en Sagrera, quién en plaza Catalunya, dejando libre su codiciado asiento.

He apreciado (o no) la música de artistas callejeros. He escuchado conversaciones ¿privadas? He sentido vergüenza ajena, y también envidia insana. He leído fragmentos de periódico espiando de reojo. He conseguido, marcando tripita, que me cediesen siempre (siempre, de verdad) el asiento cuando estaba embarazada. Me he levantado innumerables veces para cederlo yo. En ocasiones, a personas mayores. En otras, a mujeres encinta. Alguna me he resistido, lo confieso.

He devorado libros que me han hecho reír o llorar sola, sabiendo que quizás me tomarían por loca. He estudiado. He preparado entrevistas de trabajo. He soñado despierta. Me he saltado paradas. Me he equivocado de andén (hace ya mucho que no). Me he maquillado. He comido un bocadillo rápido (mandarinas no, de eso no pueden acusarme). He corrido para coger el último metro. He perdido más de un tren, igualito que en la vida. No tengo coche. Siempre tengo prisa. Me gusta mirar a la gente. Me da corte que me miren. He disfrutado de encuentros con viejos conocidos. He esquivado a conocidos a los que preferiría desconocer. En fin, hemos mantenido una larga y sólida relación.

Me han dicho que cumple 90. Creo que debería regalarle algo. ¿Le gustará este relato?

Sant Jordi Tweet «Conflictes de parella». Per NoSinMisLibros – 28/04/2014

La princesa, farta d’esperar, ha ensinistrat el drac. Ara dubta si perdonar a un Sant Jordi impuntual

¡Literatura y más nominada a un Premio Dardos!

premio dardosReblogueo más abajo una entrada de Julia Ojidos porque ha tenido la amabilidade de escogerme, al poco de descubrir cada una el blog de la otra, para las nominaciones al Premio Dardos. Hace tiempo me nominaron a un premio similar. Son galardones simbólicos y que tienen la finalidad de crear relaciones de cercanía entre blogueros y dar a conocer otros blogs que nos gustan.

Aunque sean simbólicos, ilusiona recibirlos, porque te recuerda que hay gente que dedica un poco de su preciado tiempo a leer lo que escribes. Así que voy con mi parte y cumplo las normas del Premio Dardos:

1. Mostrar el premio

2. Agradecer al blogger que te nominó: ¡Gracias Julia Ojidos! Os recomiendo que paséis por su blog, donde además de su producción como escritora encontraréis el interesante material (imágenes, citas…) que difunde sobre libros y literatura.

3. Nominar 15 blogs. Allá voy:

Gracias una vez más y os animo a leer los blogs que recomiendo y los que recomienda Julia en la entrada que reblogueo a continuación. O, simplemente, a explorar por vuestra cuenta. Hay mucho material interesante ahí fuera.