Esta tarde he escrito el siguiente tweet: «Según Wert un pobre solo ha de ir a la universidad si alcanza la excelencia. Si eres rico da igual, como paga papi…». Tengo un número de seguidores medio, algo más de 1400, es decir, no soy una celebridad. Por eso me ha sorprendido la viralidad que ha alcanzado ese mensaje: va por los 139 retweets y casi 20 favoritos. La unanimidad (en su contra) que está alcanzando la Lomce llama la atención. Pero aún la llama más que al señor ministro (y al resto del gobierno) ni las manifestaciones, ni las opiniones (bien argumentadas) en protesta por su ley de educación y otros asuntos colaterales (como el cambio en las normas de concesión de becas) le lleven a replantearse sus medidas.
Me centraré en esto último. José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, ha dicho en una entrevista en TVE que un universitario que no obtenga una nota superior al 6,5 debería plantearse dejar la carrera. Esa es la nota media que quiere exigir a los estudiantes que necesiten una beca. Justifica esta medida (y la Lomce en general) por la necesidad de elevar el nivel de la eseñanza en España.
Como le he dicho a una persona en Twitter, estoy de acuerdo con difundir la cultura del esfuerzo. Podríamos discutir si, para alcanzar ese objetivo, sería una buena medida exigir a todo el mundo (becados y no becados, en la universidad pública y en la privada) que se pase de curso con un 6,5 y no con un 5 pelado. El problema es que en la propuesta de Wert la exigencia será únicamente para aquellos cuyas familias necesiten obtener una beca para poder mandar a su hijo a la universidad. Es decir, si eres un estudiante mediocre, o incluso malo, pero tus padres tienen para pagar la matrícula de un centro público (o de uno privado), no hace falta que te esfuerces por buscar la excelencia.
Al no exigir un 6,5 a quien se pueda pagar una universidad privada, se desmonta sola la excusa de pretender elevar el nivel del conjunto de los estudiantes. Pero es que a los que optan por la pública, además, les estamos pagando la universidad entre todos (y bien contentos de hacerlo si todos partimos de la misma casilla de salida, que no es lo que promulga la propuesta del ministro).
Resumiendo: ¿Tu familia no puede pagarte la matrícula? Pues más te vale que seas un cerebrito, o despídete de la enseñanza superior. ¿Eres malo de narices estudiando pero tus padres tienen un buen pasar económico? Pues no te preocupes, que para los que pagan sin necesidad de beca siempre habrá un hueco. Eso sin olvidar que, como demuestra más de un estudio (y como dicta la lógica), las familias con mayor poder adquisitivo pueden ayudar más a sus hijos en los estudios: con profesores de refuerzo, con cursos de idiomas, eximiéndoles de tener que combinar trabajo y carrera, proporcionándoles un ambiente adecuado de estudio en casa, etc. Así que Wert y el PP están restando igualdad de oportunidades a una situación que nunca había sido igualitaria.
Os dejo un interesante artículo de El País, con opiniones de profesionales del mundo de la educación, por si queréis ahondar en el tema. Yo lo tengo claro hace tiempo. Se les ve demasiado el plumero.