Confieso que he leído. Libros que me marcaron: Mujercitas

Cuando yo era pequeña los libros tenían menos competencia que ahora. Ya había televisión (no soy tan mayor…) pero sólo dos cadenas. A los ordenadores, tablets y consolas les faltaba mucho tiempo aún para llegar. Para los niños más bien tímidos, como yo, la lectura era una opción de crearse un mundo propio, un jardín secreto. Debía tener 5 ó 6 años cuando pedí por primera vez que me regalasen un libro concreto. Estaba en el escaparate de una pequeña librería cercana a mi casa (igual que el de la foMujercitastografía y de la misma colección, Bruguera Historias Color), y supongo que me llamó la atención ese dibujo de la teatral Jo actuando ante sus hermanas.

Aquella colección intercalaba páginas completas de texto con otras de cómic. La primera vez sólo leí el cómic, más asequible. Tiempo después, el libro completo (en su versión reducida, nunca he tenido el original de Louisa May Alcott; sí he visto varias veces, a lo largo de los años, la estupenda versión de George Cukor, con mi idolatrada Katherine Hepburn como Jo, y la de Mervyn LeRoy, con June Allyson,  Elizabeth Taylor, Janet Leigh…). Aunque yo era pequeña cuando lo leí, ya me atraía entre todas las hermanas (Meg, Amy, Beth) el personaje de Jo, que tenía claro lo que deseaba ser en la vida (escritora) y que estaba dispuesta a salirse de la norma y a hacer renuncias para conseguir su deseo. Mirada desde la actualidad, la historia puede parecer algo ñoña y moralista, pero poniéndola en el contexto de la época en que se escribió (1868) era avanzada en la visión del papel de la mujer. De hecho, Mujercitas tiene muchos rasgos autobiográficos de la propia autora, que logró dedicarse a la escritura (por cierto, ni se casó ni tuvo hijos, algo que también suponía escapar al camino trazado para las mujeres en aquellos tiempos). Conservo mi libro (con las tapas pegadas con celo, pero sobrevivió a varios traslados). Creo que en unos meses empezaré a dejarlo al alcance de mi hija, como quien no quiere la cosa, a ver si ‘pica’. No me parece una mala obra para empezar a descubrir el placer inagotable de la lectura. A ver si hay suerte…