Yo quería trabajar en El País

Cabecera de El PaísNo me hagan esto, señores de El País. Su diario ha sido siempre para mí algo más que eso. Sí, ya sé que también es una empresa, y hay unos accionistas a los que satisfacer, compromisos económicos a los que hacer frente… Pero, hasta ahora, yo lo tenía por un periódico con unos niveles de calidad, independencia y ética empresarial que, entre otros motivos, lo habían convertido en mi medio de comunicación favorito.

De hecho, si fuera posible escoger el destino profesional, yo hubiese elegido ser periodista en El País. Y ahora resulta que, si prospera el ERE que propone la dirección, van a echar a uno de cada tres profesionales de la plantilla. Sin entrar a fondo en los motivos del ERE (os dejo aquí este enlace por si queréis conocer la opinión del comité de empresa; la de la dirección se resume en que la crisis económica en general, y la de modelo de medios en particular, no les permite hacer otra cosa; en este otro link encontraréis las declaraciones de su presidente, Juan Luis Cebrián, al conocer el anuncio de una huelga en protesta por los despidos), me parece una situación muy triste.

No más que muchas similares que han ocurrido en otras empresas de distintos sectores, pensará más de uno. Sí, claro, los dramas personales son siempre los mismos cuando llega la hora de enfrentarse al paro. Pero que cierre un periódico, y más uno tan emblemático, me parece una pérdida agravada. De libertad, de pluralidad, de derecho (y necesidad) a la información…

Supongo que cuando se concreten los despidos El País intentará convencernos de que eso no va a bajar la calidad del diario. No lo veo posible, por más buena voluntad (y horas) que le echen los profesionales que se libren del recorte. Pero además, mantener algo así significa un tremendo menosprecio a la labor realizada hasta entonces por los 149 (nada más y nada menos) trabajadores a los que proponen despedir. Un respeto para ellos y también para sus lectores.

6 comentarios en “Yo quería trabajar en El País

  1. Me parece terrible a mí también. Estoy en Italia y estoy asistiendo al desmembramiento de España, así lo vivo. Y no porque Catalunya esté debatiendo su independencia, sino porque se está hundiendo el país en sí, y ahora también El País en particular. Como tú, para mí El País fue siempre una referencia. Trabajé para ellos como corresponsal en la época en que nos conocimos, y me sentía súper orgullosa cada vez que conseguía «colar» un artículo largo. Es como si todas las referencias se estuvieran diluyendo… Es una sensación de país fantasma… Ayer vi un reportaje en la tele italiana sobre la situación en España, y siguiendo a la Cruz Roja española, visitaban a familias españolas en situaciones tan tristes como el tenerse que repartir una tortilla francesa de tres huevos como cena (único plato) para cuatro personas. Cosas que te ponen la piel de gallina… Y ahora, El País… Una sociedad sin información libre y de calidad está condenada a cosas terribles: es una autodestrucción desde lo alto. Y los que estamos abajo seguimos sin movernos lo suficiente… Enfín, una pena, chica…

    • Es verdad, Ester. Fuiste corresponsal de El País. Nos hacemos mayores, ya no lo tenía en mente. Y también colaboraste con EFE. Si puedes recuperar por la web una intervención de Gervasio Sánchez de este fin de semana en La Ser sobre que EFE está pagando las entrevistas a 7 euros, verás que por ahí tampoco nos dan muchas alegrías. Oías la comparación de lo que paga AP, por ejemplo, y era para ponerse a llorar. El problema, además, es que no viene de ahora por la crisis. Es que los sueldos de los periodistas de base de las redacciones, y no digamos ya los de los colaboradores (y hagámoslo extensible a los curritos en general de cualquier sector en este país), han sido siempre de pena. Así que cuando los alemanes dicen «eh, que nosotros ya recortamos hace 10 años» te planteas varias posibles conclusiones:
      – O desconocen totalmente la realidad española y, por tanto, que los recortes aquí no afectan igual que allí.
      – O sí la conocen y les importa un pimiento que nos vayamos al carajo mientras sus bancos, que colaboraron a crear nuestra situación actual, estén a salvo.
      La Cruz Roja mostraba cosas como la que comentas y peores. Por ejemplo, que antes daban en invierno estufas eléctricas a las familias necesitadas y que ahora las rechazan porque no pueden pagar el suministro eléctrico, así que les dan mantas… En fin.
      Y los diputados hablando de la independencia de Cataluña. Respeto mucho el sentimiento independentista, aunque yo no quiera ir por ese camino. También el derecho a que los catalanes nos expresemos algún día en ese sentido, a favor o en contra. Pero ahora admito que no está entre mis prioridades, y que me da coraje que esté en las suyas (me temo que por intereses partidistas en muchos casos). Y no lo digo por mi situación personal que, por suerte, aún aguanta. Si no por la gente de Cataluña y del resto de España que ha llegado al límite (o lo ha traspasado). Paro porque hoy tego el día 100% indignado y no acabaría. Un beso que te mando hacia la bella Italia, cariño.

      • El nacionalismo y el separatismo-q digan lo q digan son siempres excluyentes-avanzan y triunfarán porque son 30 años d esfuerzo dsd las escuelas públicas y buena parte d los medios catalanes.Y ya no tiene remedio.Añade buenas dosis d victimismo y crea un enemigo común. ya lo tienes hecho.Afortudamente siempre las minorias creativas-como Carmen-son las q hacen avanzar la sociedad n la dirección integradora y solidaria.Espero q Sara s haga adulta en un mundo sin fronteras,naciones o estados.Invito a todos a haceros ciudadanos del mundo.Como Mafalda ;D

      • No soy independentista, y me enfada que se dedique tanto tiempo a debatir sobre ese tema y mucho menos del que se debería a resolver graves problemas sociales. Pero también se exagera lo del adoctrinamiento. Jamás he sentido en la escuela (ni ahora lo siento con mi hija) que intenten fabricar nacionalistas ni independentistas. Y en los medios, pues hay de todo, como en botica. El poder siempre intenta manipularlos, aquí y en cualquier otro lugar. Por eso hay que intentar tener independencia de criterio. Y sí, yo también soy muy fan de Mafalda : ) ¡Buenas noches!

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