En qué piensa Rajoy cuando ¿piensa?

Los inmigrantes que no tengan regularizada su situación en España se quedarán sin atención sanitaria. Pues mira que bien. Hay que ahorrar. Es que son unos abusones. Vienen aquí, a intentar vivir con un poco de dignidad. Crean, mal que bien, una vida en España y, encima, ¡pretenden que si enferman les ofrecazmos tratamiento! No sé cuánto vamos a ahorrar con esta medida, pero me da una vergüenza tremenda pensar que el gobierno de mi país va a dejar que haya habitantes de España que mueran porque no puedan pagarse el un tratamiento médico.

Señores (y señoras) del gobierno del PP, ¿puedo apelar a sus sentimiento? ¿No? Pues si puedo apelar a su capacidad de raciocinio. Es cierto que esta medida no les va a restar votos, porque los inmigrantes irregulares no votan. Tampoco una revolución social, porque los que no lo vemos bien, no estamos suficientemente unidos (o motivados, o envalentonados, no sé, pero no estamos) como para liársela por esto. Pero, ¿han pensado que las enfermedades infecciosas que puedan tener esas personas no estarán bajo control si les obligan a salirse del sistema sanitario? Por favor, díganme que sí piensan, que ha sido una decisión tomada en un día espeso. Y rectifiquen. Gracias por adelantado.

Algunas consecuencias de la reforma laboral

El gobierno del PP ha aprobado una reforma que facilita el despido. CONSECUENCIA: Habrá más despidos.

El gobierno ha aprobado una reforma que dificulta (aún más) la conciliación de la vida familiar y laboral (no se podrán sumar al periodo de maternidad las horas de lactancia; no habrá bonificaciones por contratar mujeres que vuelvan a trabajar tras un permiso para el cuidado de sus hijos). CONSECUENCIA: Más mujeres dejarán de tener hijos, o tendrán menos de los que les gustaría. Igual a un futuro con una población con mayor porcentaje de ancianos y menos de jóvenes trabajadores que paguen sus pensiones.

Son sólo un par de ejemplos, hay más. Y casi tanto como esas realidades duelen algunos comentarios de políticos o representantes de las patronales; o las reflexiones que, analizando las medidas, deduces que han llevado a tomarlas: «Los parados son vagos por naturaleza; las mujeres, una carga para los empresarios; los trabajadores, a poco que te descuides, se te suben a la chepa». Etcétera.

Señores Rajoy, Rossell, Feito y compañía: ¿A qué trabajadores, mujeres con hijos o parados conocen ustedes? Deben haber tenido muy mala suerte y haberse tropezado con los peores ejemplos. No digo que no los haya malos, pero también hay empresarios desaprensivos y políticos ladrones (qué les voy a contar) y yo intento no generalizar con ninguno de esos colectivos. ¿Por qué generalizan ustedes? Controlen que no haya desmanes ni abusos (ni por la parte asalariada, ni por la parte empresarial) y dedíquense a crear las condiciones para que baje el paro. ¿A quién interesa una reforma que ustedes mismos han reconocido que, de entrada y por largo tiempo, no va a crear empleo?

Si la mayoría se vuelve un poco más pobre, un poco más desesperanzada, la luz al final del túnel cada vez quedará un poco más lejos. Y a todos se nos quedará una cara como la del pobrecito de la foto que ilustra este post.